La Divina Pastora, ca. 1760

Miguel Cabrera
México, ca. 1715-1768
Óleo sobre cobre con marco de carey y hueso
Adquirido con fondos del Bernard and Edith Lewin Collection of Mexican Art Deaccession Fund
M.2008.31

La advocación de la Divina Pastora surgió en Sevilla en 1703, y al poco se difundió por Hispanoamérica. Fue el fraile capuchino Isidoro de Sevilla (1622-1750) quien, tras haber tenido una visión de la Virgen, encargó una pintura y dio instrucciones precisas al artista: María, vestida con túnica roja, manto azul y sombrero de pastora, debía aparecer sentada en una peña y alimentando con rosas a su rebaño, mientras san Miguel rescataba a una oveja extraviada que habría sucumbido al demonio. Coincidiendo con la creciente popularidad de la devoción en México, Miguel Cabrera creó varias versiones de diferentes tamaños.