Dorado por oxidación

Transcripción de vídeo

Los antiguos orfebres trabajaron tumbagas, aleaciones de oro argentífero y cobre. 

Con sólo 5% de oro y 95% de cobre, ya lograban objetos de superficies doradas. 

El fuego oxida el cobre. Los óxidos migran a la superficie y la cubren. 

Los orfebres molían una hierba para obtener un ácido que mezclaban con agua hirviendo y sal. 

Al sumergir el objeto dentro de esta solución caliente, los óxidos del cobre se retiran por la acción del ácido.

El objeto entonces se limpiaba y pulía con agua y abrasivos. 

El grosor final del dorado dependía de las veces que se repitiera el proceso.