Todas las piezas que se ven aquí se hicieron con una técnica conocida como fundición a la cera perdida. En primer lugar, el artista hace un modelo de cera del objeto que desea crear y luego lo envuelve en arcilla. Cuando la arcilla se cuece, la cera se funde y se escurre, dejando un espacio hueco dentro de lo que ahora es un molde de cerámica. A continuación, se vierte metal fundido en el molde, que ocupa el espacio dejado por la cera. Una vez endurecido, el molde se rompe para revelar el objeto metálico acabado.
 

Esta forma de trabajar el metal requiere de mucha experiencia y habilidad; algunos de los pendientes que se ven aquí presentan defectos. Otras piezas de esta sala demuestran el nivel de perfeccionamiento de esta técnica por parte de los artistas, especialmente los de las tradiciones tairona y quimbaya, al producir elaborados poporos (recipientes para el polvo de cal) tridimensionales y colgantes figurativos.