Esta serie de dibujos representa las continuas transformaciones y relaciones cambiantes de un solo árbol. Recibe y alimenta a los visitantes, ya que sus hojas y frutos nutren tanto a los animales como a la tierra; proporciona un hogar a los pájaros y sombra a los seres en el suelo. Observe los diferentes colores y texturas que luce según la luz, las estaciones y la hora del día o de la noche. 
  
Los dibujos de Confucio Hernández Makuritofe reflejan la meticulosa observación que los indígenas practican en relación con las tierras y los seres que les rodean. Construyen la comprensión y el conocimiento sobre la interconexión de las cosas, que es la base del cuidado del bosque y del mundo.