Colombia tiene el mayor número de especies de mamíferos terrestres del mundo, más de 450. Algunas de las más comunes son los osos hormigueros, los perezosos, las dantas, los osos de anteojos, los ciervos, los capibaras, los pumas, los jaguares y varias especies de monos. 
  
Los antiguos artistas plasmaron esta diversidad en trabajos de metal y cerámica. Pero estos objetos son más que representaciones; contribuyen activamente a la riqueza de la naturaleza y, como ofrendas, corresponden a los padres creadores. “Los objetos que representan a los pájaros son también para los pájaros”, explica Diomedes Izquierda Mesía, un lider arhuaco. “Los objetos están relacionados con el paisaje. Pertenecen a diferentes partes del paisaje y, al igual que los minerales u otros recursos, son órganos de la Madre. Si se quita una parte, las demás se ven afectadas. Tenemos que entender esa interconexión. Si me arrancas una uña, el resto de mí también me dolerá”.