En el período Quimbaya Temprano, los artistas del Valle Medio del Cauca representaban el cuerpo humano de manera escultórica y realista. En periodos posteriores, las representaciones se orientaron hacia cuerpos más abstractos y vasijas figurativas. Destacan los ojos semicerrados e inclinados de estas figuras, y es evidente que los adornos de metal tenían una gran importancia y prevalencia. 
  
Tanto en la cerámica como en el metal, las figuras humanas suelen aparecer con collares, adornos en las orejas y en la nariz. Los adornos representados en cerámica reflejan fielmente las piezas reales, fundidas en cera perdida a partir de tumbaga (aleación de oro y cobre), que se portaban con frecuencia. El llamativo desgaste y los daños que padecen muchos de los adornos metálicos evidencian su uso prolongado antes de que fueran depositados definitivamente en una tumba o en una ofrenda.