Inspirado en las prácticas europeas de luto, McQueen equilibró la forma femenina con la grandeza de la decadencia en dos diseños de red negra con delicados pliegues sobre blanco que acentúan el cuerpo mientras imitan el “crape”, las sedas texturizadas de moda para el luto. McQueen también hizo referencia a las flores, en este caso con unos zapatos de color rosa apagado con flores en el talón. Del mismo modo, el bodegón de Dirck de Bray muestra flores silvestres recogidas en la cima de su belleza, con algunas empezando a marchitarse, un cándido recordatorio del paso del tiempo.