Las elegantes cariátides femeninas de Aimé-Jules Dalou evocan el concepto de las mujeres como columnas, o pilares de fuerza, en su personificación de los continentes (de izquierda a derecha): América, África, Europa y Asia. La representación del artista ilustra las raíces del arte francés en los modelos clásicos, mientras que reitera la influencia de la expansión colonial francesa. En este caso, el artista refuerza los estereotipos culturales iniciados en el siglo XVII y ejemplifica las representaciones decimonónicas de la mujer exótica y natural construidas para la mirada masculina europea.