Epífora, 2018
Cuatro cámaras de CCTV, cuatro monitores, proyección, mesa de madera personalizada, cuervo taxidermizado, figuras de madera, figuras en bronce, figuras de plástico, libros, conchas marinas, minerales, jarra de estrellas de mar, “8-Ball” Mágico, maneki-neko, espejo, bandejas de metal, objetos en yeso, objetos de madera, objeto de alambre, tela, jarrón de vidrio, planta, y video multicanal (color, sonido); Epífora 1: 6 minutos, 57 segundos; Epífora 2: 5 minutos, 31 segundos; Epífora 3: 5 minutos, 46 segundos; Epífora 4: 8 minutos, 23 segundos
Museo de Arte del Condado de Los Ángeles, comprado con fondos proporcionados por AHAN: Studio Forum, compra de 2020 Arte Aquí y Ahora
En Epífora, las cámaras de circuito cerrado registran lo que la artista llama un “archivo de asociaciones, viajes, afectos, deseos, preguntas y anhelos” situado ante amplios paisajes y cielos procedentes de la NASA y National Geographic. Al proyectar los cuadros de escala íntima en las paredes circundantes, Smith crea un entorno provisional y onírico en el que los contornos familiares del presente se transforman en nuevos mundos fantásticos, sin ataduras a un tiempo y espacio específicos, y liberados de narrativas culturales arraigadas.
Smith se basa en la dedicación de décadas del grupo de jazz experimental Art Ensemble of Chicago a la improvisación con “pequeños instrumentos”, incluidos gongs, platillos, juguetes, reclamos de aves y matracas de todas las formas, como una forma de ampliar el espectro sonoro, histórico y geográfico de la música tradicionalmente asociada con los afroamericanos; aquí, Smith explora lo que significa hacer lo mismo en su extensa práctica cinematográfica. Al usar imágenes repetidas y fragmentadas y objetos de importancia personal para construir un mundo que refleja su perspectiva distinta, crea un espacio para que otros hagan lo mismo.