Estas cuatro figuras votivas en forma de serpiente, con bigotes y pequeñas patas delanteras, probablemente representen una especie de bagre de río conocido como capitán de la sabana. Criaturas parecidas rodean estos cuencos, evocando en conjunto un paisaje acuático de lagunas como las que se encuentran en los páramos (tierras altas que solo se encuentran en los trópicos americanos). 
  
Los páramos son un ecosistema raro y único. El 60% de las especies que allí se encuentran son endémicas, y desempeñan un papel clave en la lucha contra el cambio climático. Sus plantas y musgos actúan como esponjas, atrapando la humedad del aire neblinoso, almacenando agua en el suelo y liberándola paulatinamente, para formar los grandes ríos de Colombia. El Páramo Chingaza, al este de Bogotá, proporciona a la ciudad el 70% de su agua.