Las langostas con rostros humanos, como se ve aquí, parecen revelar la condición de persona interna de estas criaturas. Esta noción de una esencia vital humana dentro de cada ser vivo es lo que hace posible la comunicación y la transformación entre todos los seres. Como observa el lider arhuaco Jaison Pérez Villafaña, “hasta que no conozcamos el dolor y la alegría de otros seres, no los podemos comprender”.