Este elaborado recipiente de cerámica y su contenido (cuentas de esmeralda, nariguera de tumbaga, colgante de pez y pinzas) se depositó en la tierra como ofrenda completa. El recipiente tiene forma de casa o templo comunal, con techo a dos aguas y escalones en la entrada. La forma de la casa también se relaciona con el mar, con ojos y dientes de tiburón, lo que apunta a una relación íntima con las aguas primordiales de la creación.