McQueen interpretó la corrida desde una perspectiva ajena, pero siguió los pasos de los artistas españoles Francisco de Goya y Pablo Picasso, los cuales se inspiraron en la corrida de toros en sus propias prácticas. La representación de Goya de un caballero español asesinado por un toro procede de su serie La tauromaquia, publicada en 1816, que ofrece una historia visual de las corridas de toros en España, y que inspiró directamente la serie La tauromaquia de Pablo Picasso de 1959. Aunque ambos artistas eran devotos del pasatiempo, también reflexionaron sobre sus aspectos mortales.