Este retrato de traje tipifica el gusto por la turquerie que penetró en algunos aspectos del arte y la cultura europeos durante el siglo XVIII. Jean-Baptiste Greuze ha hecho posar a un modelo no identificado con un conjunto opulento, que el público contemporáneo reconocería como à la sultane (“al estilo de la sultana”), en referencia a las consortes imperiales en el harén de un sultán otomano. La interpretación del artista de la vestimenta otomana, que incluye una túnica de media manga adornada con pieles que se asemeja al kurdee y un turbante adornado con plumas, se ha filtrado a través de los gustos de la moda francesa y el tipo de cuerpo ideal. En Ojo, la irreverente fusión de McQueen de la vestimenta turca y del Medio Oriente con la moda occidental contemporánea remite a esta boga europea de la turquerie.